Todos profesional con mucha experiencia en gestión de carteras indican que las inversiones a medio plazo, entre 1 y 5 años, es la más interesante en cuanto a rentabilidad y la operativa a corto plazo como la más difícultosa, la que nos indica más experiencia y en la que los errores son numerosos, con frecuencia, al de aciertos. Invertir en bolsa sin asumir riesgos:
Todos los principiantes que se inician en Bolsa con bastante poco dinero empiezan por la tarea más difícil y con más riesgo: el trading, operando a corto plazo, aprovechando las reacciones al alza, que tenga tendencia alcista.
Como decía Kostolany, y engloba 3 niveles: quien tenga poco dinero tiene que “jugar” en Bolsa, quien tiene bastante más dinero, unos miles de euros, debería hacer especulación y por último quien tiene muchísimo dinero, tiene que invertir de verdad.
Podemos diferenciar entre el que es especulador y el que es inversor en el horizonte temporal. Para el primer caso, el plazo de la inversión lo marcará el mercado y se mantiene en su valor de la cartera, tanto que su tendencia sea alcista. Para el segundo caso, el horizonte temporal será, por poner un ejemplo, el año de su jubilación, no estará continuamente entrando y saliendo del mercado.
Invierta siempre el dinero que no necesitará
Tabla de contenidos
El inversor de Bolsa debe siempre conocer y respetar lo siguiente: aquel que vende por necesidad, perderá por obligación. Aquí funciona la conocida Ley de Murphy, que mantenía que si algo puede salir mal, saldrá mal.
El dinero que vayamos a poder necesitar en un futuro no muy lejano, hay que poder rentabilizarlo en activos diversos en bolsa. Adentrarnos en bolsa por 3 meses supondrá correr un riesgo de atravesar un tramo de oso o bajista y necesitar venderemos asumiendo fuertes pérdidas, por lo contrario hubiésemos obtenido un mayor rendimiento si hubiésemos esperado 3 meses más.
Una regla a tener en cuenta, nunca se vaya a endeudar para invertir en la bolsa ni use derivados con altos apalancamientos, ya que las pérdidas podrían ser terroríficas.
Elegir por la calidad
Al llevar capital a la Bolsa nos planteamos 2 preguntas básicas: qué comprar y cuándo comprar. La primera se resolverá por el análisis fundamental en valores. No es necesario ser un experto para hacer estos análisis.
En sitios WEBs como Expansion encontraremos un análisis serio, independiente y fiable de empresas cotizadas en Bolsa, sumado a las opiniones de profesionales de referencias en el sector bursatil.
Asumamos que se podrían llegar a equivocar, ya que estos trabajan directamente con datos que le suministran las empresas y los balances y cuentas de resultados podrían ser poco fiables o incluso falsos para maquillar la realidad, como por ejemplo el caso de doble contabilidad de la empresa Pescanova. No es que sea lo normal y siempre son casos muy aislados.
Tenemos que tener presente que nunca debemos invertir nuestro capital en empresas con graves situaciones financieras, además no pensad que si es para corto plazo pueda valernos, porque nos podemos encontrar por ejemplo, una empresa en concurso de acreedores.
Elija siempre la máxima calidad y pudiéndolo encontrar en las cuentas trimestrales y anuales presentadas en las sociedades que cotizan en la CNMV. Podemos elegir las que obtienen los beneficios de actividad y haga el rechazo a las que tienen perdidas cada trimestre.
Como apoyo podemos consultar en Internet y encontraremos artículos sobre la salud financiera de las empresas.
Compraremos por técnico
Cabe la posibilidad de que justo en el momento que dispongamos de capital para realizar la inversión en Bolsa no sea el mejor para hacerlo, si el mercado está bajista como si llevase tres años al alza. El caso primero nos encontramos con un mercado que inicia fase bajista, que puede perdurar bastantes meses, podemos interpretarla como una vuelta atrás; con una ligera corrección, para luego proseguir al alza. El caso más frecuente que nos encontramos se da cuando la Bolsa se lleva meses al alza.
Cuando se da la circunstancia, los inversores con menos experiencia van en masa como si fuese el maná o de la cajita mágica en la que insertamos 1 euro y sacamos 5.
Lo más fiable del conocido como Análisis Técnico son la tendencia. Tendencias en las que se apoyan los siguientes mínimos, en ocasión por encima de cada precedente, lo que define las tendencias al alza. La línea donde se agotan los máximos de la oscilación, sin llegar a alcanzar los más altos de la anterior. Nos pone a la vista de las tendencias bajistas.
Si ha comprado alguna posición, mantenga su valor de la cartera ala directriz al alza que siga vigente. Venda las posiciones, cuando la línea se queda a la baja. Si ha llegado a vender un valor, no lo vaya a comprar hasta que la tendencia a la baja no sea mayor al alza por su cotización.
Opiniones muy dispares
No nos sorprenderemos por el hecho de una firma de análisis nos vaya a recomendar comprar un determinado valor por creer que va a llegar a subir y otra firma o entidad de inversión nos aconseje vender por entender que puede bajar. Éste hecho es normal, para que exista un mercado, y para que negocie y que unos compren y otros vendan, sería necesario que exista esta contrariedad en la percepción un potencial valor al alza.
Los inversores que tienen poca experiencia llegan a interpretar las divergencias como si una manipulación del mercado por intento de engañar al inversor pequeño. Si una firma de análisis apuesta por un valor comos seguro y lo compra, la recomendación que se realice ha de ser para compra. Igualmente ocurre para la venta.
Ignore rumores
Para comenzar a usted nunca le llegará información privilegiada. No se encuentra dentro de los círculos VIPS donde la información fluye con eficacia. Lo que le va a llegar son rumores de interés para que unos pocos hagan su agosto y hará beneficio a su costa.
Cualquier situación como una OPA o una fusión en empresa, la firma de un contrato o cualquier situación que pueda disparar la cotización de cierto valor que esté al alza es unos de los mejores secretos de una empresa en cotización.
Deje fluir los beneficios
Siempre han dicho los más veteranos de la Bolsa que no de debe poner puertas al campo. Por el contrario dejar correr los beneficios y ponerle freno a las pérdidas. Aunque dejar correr los posibles beneficios es tarea que requerirá cierto entreno. Normalmente la plusvalía se queman en las manos y las ganas de convertir beneficios potenciales en real, es un temor que estará con nosotros.
La buena gestión de la cartera nos obliga a ser disciplinado con la revalorización y con el pvp de las acciones.
En cuanto a la revalorización, puede suceder que el factor tiempo este a favor del inversor y que sen un sólo trimestre se obtengas lo beneficios previstos de los 2 años siguientes. Si nos vemos en esta tesitura, lo ideal es recoger los beneficios. Cuando un valor excede en su acelerada subida es de esperar que terminar bajando de manera brusca.
En cuanto al precio, en ocasiones en el propio mercado se paga por las acciones en multiplicadores impagables. En estos casos nos haremos una pregunta ¿En estos precios yo lo compraría? Si es no, venda de inmediato. Y cuando detecte que la cotización de su valor va a suponer pagar 20, 30, ó 35 veces el beneficio por cada acción, salga de ahí.
Ninguna ingeniería financiera
Cuando empezó el escándalo de hipotecas subprime y todos los productos estructurados recordaremos la declaración del gran Emilio Botín (que en paz descanse), anterior presidente de Banco Santander, dijo: “Nosotros no tenemos productos de esos, ya que no los entendemos”.
La ingeniería financiera seducirá a algunos inversores, no poniendo de manifiesto su ignorancia, dirán que sí a todo. Habrá productos que no los entienda ni el que los comercializa, estos están tan bien diseñados que incluso dan la imagen maravillosa de ser un chollo.
Aprendamos a manejar los futuros y las opciones como instrumentos d cobertura en su cartera al contado. Pero nunca especule con estos ilusionado por un alto apalancamiento que opera y que nos permite multiplicar por 10 o por 20 los beneficios. No muchos se plantean que igualmente se puede multiplicar por ese factor como pérdida.
Cortar en seco en las pérdidas
Equivocarse es de sabio y comprar una acción 5 minutos posteriores de que empiece a bajar, es muy normal, y seguramente no exista nadie que no se le haya ocurrido. Si se equivoca, corte ta pronto como pueda y evite mayores perdidas. Si lo desea aporte al valor un margen con cierta confianza por si acaso la caída es puntual.
No le acompañe en fase bajista la cual puede perdurar durante varios años. Cada unos de los inversores deberá imponer, en el justo momento de compra, lo que estará dispuesto a perder si se equivoca. Podemos rondar una cifra, por ejemplo el 2.5%. En esto último cada cual fijará su valor de tolerancia máxima
Ponga un siempre un stop loss
El StopLoss es una protección frente a una caída de cierto valor. Para poder vender a un precio en concreto sería necesario la existencia de posiciones de demanda a ese nivel. Lo habitual sería que le establezcamos un límite. Venderemos, por poner un ejemplo, a 7 euros, con límite en 6,50 euros. ¿Y que pasa si la primera posición compradora se encuentra en 6,40 euros? Pues que nos saltará el stop loss y la orden de venta se ejecutará.
Se puede establecer un stop a mercado. Al un precio que fijamos a la orden de venta que se dispara y barrerá hacia abajo en todas las posiciones compradoras, y nuestra orden de venta se ejecutará.
La tercera posibilidad es establecer el stop loss a un precio. Cuando llega al precio del stop marcado la orden saltará al mercado y se ejecutará parte de la orden que haya en contrapartida. Si lo que queremos es vender 3000 títulos y sólo disponemos de 2000 para la compra, se ejecutará esos 2000 y los 1000 sobrantes quedarán pendientes de la ejecución.
En momentos críticos ya sean movimientos políticos, desastres naturales, ataques terroristas como por ejemplo las Torres Gemelas de New York, hemos visto la desesperación de los inversores a los que sus stoploss saltan sin que se ejecute su orden de venta. Si habremos tenido el valor de vender futuros, las pérdidas podrán ser terroríficas e ir más allá de capacidad de disponibilidad de capital.